21 de julio de 2017

UNA COLECCIÓN DE ARTE

GRAN BUDA DE AUKANA Y TEMPLO REAL DE DAMBULLA 

Nos despedimos del Hotel Palm Garden Village, donde hemos estado de lujo. Las habitaciones se disponen en forma de bungalows a la largo de un jardín lleno de árboles. La recepción es un edificio colonial con techos altos y grandes columnas. Llama la atención que el espacio no está nada aprovechado. En la recepción apenas hay un par de muebles. Está casi bacía. No olvidemos que en realidad estamos en una isla donde el turismo todavía está desarrollándose.
A pesar de tener wifi solo en las zonas comunes y en general de no muy buena calidad, hemos conseguido publicar alguna cosa. Lo que más nos ha gustado de este hotel es la piscina, con una zona perfecta para los peques. Lo que menos, los monos. Los hay por todas partes y son revoltosos e incluso agresivos. No podíamos dejar ropa ni las zapatillas en la terracita del bungalow porque se lo llevan para jugar. En general, la experiencia nos ha gustado y repetiríamos.

Hotel Palm Garden Village

Una hora y media de coche y nos plantamos frente a la espectacular estatua del buda de Aukana, de 12m de alto. Está literalmente esculpido en la piedra.


Comemos como de costumbre, en un restaurante con un buffet por el camino y una hora después llegamos a Dambulla, hacia las dos de la tarde, con un sol de justicia. Des de la furgoneta vemos el mercado al por mayor más grande de Sri Lanka, abierto las 24h, donde todos los comerciantes vienen a buscar la mercancía para sus negocios.
Llegamos al Templo Real de las cuevas de Dambulla.
De nuevo, nos esperan unos escalones en una ladera de roca que ascienden a través de un paisaje verde esmeralda. Las vistas nos impresionan. En esta ocasión, Laura quiere subir sola todos los escalones. Dice que es mayor y que ella sabe… a ver cuánto dura.



Al menos, esta vez, podemos quitarnos las zapatillas cuando ya estamos en la entrada, lo cual se agradece. Es un lugar de culto, un lugar sagrado.



El Templo consta de 5 cuevas de diferentes épocas. Curiosamente la menos antigua es la menos conservada. Dhanu nos explica que es porque las técnicas de restauración, han pasado por unas pocas familias de generación en generación hasta perderse por completo.  Contiene más de 150 esculturas y pinturas de buda impresionantes. Es una colección de arte religioso de más de 2000 años, que los diferentes reyes de la época han ido completando hasta el siglo XX. Uno de los reyes hizo que las cuevas se doraran, haciendo que el lugar fuera conocido con el sobrenombre de Ran Giri (cueva dorada). La coherencia visual impresiona. Dhanu nos explica con tono solemne la historia de cada una de las cuevas. Las fotos para nada expresan lo impresionante que es este lugar. 









Los peques están más interesados en saltar por las rocas que en ver las cuevas, así que nos turnamos para poder verlas y hacer fotos. No dejan que en las fotos salgan personas, sólo puedes fotografiar las estatuas y pinturas, así que nada de selfies. Esta vez no pasamos tanta calor. El templo se sitúa a 160m de altura y nos regala una brisa agradable.

Nos marchamos satisfechos, impresionados, impactados.

Ruta de nuevo. Las carreteras son tortuosas y polvorientas, están mal asfaltadas y tiene un carril en general. Los adelantamientos son de vértigo. Me explico: como norma general, cuando adelantas un coche esperas que el carril contrario no esté ocupado. Aquí, si lo que hay en el carril contrario ocupa menos que lo que ocupas tú con tu vehículo, adelantas igual, de manera que podemos coincidir todos en el mismo momento, en el mismo espacio. Ya me estoy empezando a acostubrar, aunque al principio era una tortura.

Nos alojamos en al Hotel Amaya Lake. Y efectivamente, como indica su nombre, tiene un lago!! Aquí estaremos sólo una noche. Por supuesto toca premio para los peques; piscina y paseo a orillas del lago. En el hotel organizan salidas para avistar pájaros ( dentro de las instalaciones del mismo hotel ), pero no tenemos tiempo. Las habitaciones son también bungalows que salpican los jardines, meticulosamente cuidados. Nuestro bungalow está justo al lado de un cultivo de espinacas. Imposible perderse. La conexión wifi es genial ( en todo el recinto ).








No hay comentarios: